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Mostrando entradas de agosto, 2011

COMPLICIDAD DE MUJER

En mi vida tuve todo tipo de prendas, desde   aquellas batitas acompañadas por sus escarpines, siguiendo por   los vestiditos de franela con puntillas. En ese momento las madres eran tan adictas a lo rococó y a las combinaciones extremas que los roperos se asemejaban a los de Sarah Kay. Entrando en la adolescencia estuve muy descuidada, mis prendas eran de lo más alocadas, llenas de agregados e inventos a pinceladas. Siempre   desordenada. Tanta ropa guardada a presión,   parecía que si abrían las puertas   saldrían como un volcán en plena ebullición. Al intentar poner orden con la puerta del dormitorio cerrada, encendía la radio para ordenar todo el día. Eso era un decir porque   sólo   doblaba lo que a la vista quedaría, lo de atrás seguía sufriendo cada arruga. Un día estaba tranquilamente apreciando el sol que entraba por mi gran ventanal y de la nada una angustia me invadió. Sabía que ese día llegaría. Era como una obligación síquica donar lo ...

UN RECUERDO QUE MARCA

Me gusta ser mal criada. Mis padres son muy buenos en no ponerme en penitencia casi nunca. Siempre tengo   la última palabra en todo. Lo que dicen mis padres es cuestionado por mí y jamás me retiro de una situación engorrosa a no ser que yo me lleve la victoria. Ayer   me desperté   sin interés alguno de ir a la escuela, sabía que en unos segundos estaría mi madre acariciándome la cabeza con mi taza llena de leche entre sus manos, exigiendo amorosamente que me levante. Así dormida casi sin despegar los ojos, se me ocurrió la fabulosa idea de que la maestra debía faltar ese día y así fue, la maestra faltó por problemas personales. Tomé mi taza con leche, encendí la televisión y miré mis dibujitos preferidos, que están por dejar de serlo ya que por éste año los cambiaron a la programación de la mañana, y a no ser porque mi maestra falte no podría verlos.   Por la tarde una de mis compañeras de clase la cual odio tuvo la magnífica idea de preocuparse por mí y llamó a ...

MUERTE O FINAL

Una vez su madre le dijo que llegaba un día en la vida donde todo se termina... era entendible porque todos sabemos que la muerte existe inevitablemente pero luego de analizar y ver cómo a partir de cierta edad, los días son idénticos unos a otros, entendió que lo que decía su madre no era referido a   la muerte en sí, entonces completo la frase diciendo…   los días pasan estériles...

MUERTE PREMEDITADA

Para que su crueldad sea magnifica  organizó todo de tal manera que no existía lugar para un posible error, claramente tenía un plan B pero sabía que las posibilidades de falla eran casi nulas. Observó muy quietamente por el pestillo roto de una puerta, esperando que del otro lado apareciera él, tentado por el color y el aroma de un sabroso trozo de queso que lo llevaría a su encierro eterno.

ROMEO Y JULIETA

El era Romeo y su acompañante Julieta. Enamorados uno del otro decidieron ponerle punto final a sus vidas e irse al más allá para permanecer eternamente juntos. El día llego completo de nervios y expectativa. Se juntaron solos en una habitación y colgaron una cuerda colocando debajo un taburete el cual al correrlo el que estuviera encima quedaría degollado al instante.   Muy poca inteligencia vivía en aquella sala al no darse cuenta de que no se irían juntos en el mismo instante, esa forma de muerte era uno por vez. Romeo siguiendo su honor de caballero subió a su amada colocándole un beso en la frente, al correr el taburete se dio por advertido de que ya no tenía sentido su propia muerte, al   final no era eso lo acordado.

CONTENIDO DE MIRADA

Al mirarla después de años de no tener contacto con ella entendí que realmente el tiempo pasa y yo lo acababa de notar. Mi madre había perdido todos sus sentidos y síntomas de ser viviente. Sólo le quedaba su mirada siempre profunda y el calor envolvente de su cuerpo, esto me era suficiente para entender y sentir todas aquellas cosas que solo una madre le transmite a su hija. Tomadas de la mano, sintiendo la mezcla de nuestro calor aromático y observándonos cada lagrima que sin esfuerzo parecía desprenderse, me pregunte hasta donde podemos decir que la mirada de cualquier ser es algo físico?

LADRIDOS CELEBRADOS

Ese día estaban todos. Veinte personas sentadas en una misma mesa. No faltaba nadie, toda la familia estaba reunida para celebrar no sabían bien qué, pero de todas formas lo importante eran ellos mismos. En medio de risotadas, abrazos de alegría, juegos de manos de algún típico tío gracioso alguien estaba muy nervioso allí. El único que no era humano en aquella reunión era Jaul, el perro de los abuelos, que estaba muy inquieto. Los demás no entendían la razón, ya que tendría que estar acostumbrado a ese tipo de reuniones, pero Jaul ladraba sin parar dirigiéndose siempre al piso que parecía estar intacto como siempre. De un momento a otro todo había cambiado, los pocos que podían volver a abrir sus ojos todavía no entendían lo sucedido. No había luz dentro de aquella cuarta pared que ya no formaba un cuadrado. Los ladrillos estaban en polvo y tapaban algún cuerpo que no sobrevivía. La tierra había sido hacia ...

QUERIENDO SER ALGUIEN

Me levanté muy temprano y enseguida supe que ese día sería peor que el anterior. No quería volver a mi maldita cama ni servirme un inapetente vaso con agua. Me sentía incomprendida y sola en mi mundo, y para que pretender salir a la calle pidiendo ayuda si nuestra vida esta llena de gritos anónimos por caminos de seres indiferentes. Pensé que a ese día le faltaba un poco de adrenalina, no quería cruzarme con nadie asique mi única opción era andar por los cielos y no por esas calles llenas de constelaciones. Mi departamento estaba en un ultimo piso, desde ahí me lance desnuda para nunca más lamentarme de mis días horrendos. Sé que ese día fui alguien y que cambien el curso de algunos que andaban por esa calle donde no pudieron sostenerme.

DISIMULADA GRAVEDAD

Ella se encontraba en la sala de espera. Miraba a sus costados y se entretenía criticando para sí a cada uno de los demás pacientes. Se preguntaba si todos estarían allí por la misma razón. Escuchó el apellido que como siempre fue mal pronunciado, se acercó al mostrador y entregó su documento cuando ya la llevaban al quirófano. Por la única razón que accedió a operarse fue por querer vivir la experiencia de estar drogada sin ser juzgada. Había escuchado que la anestesia hacía llegar a lugares increíbles. Todo estaba listo. La vistieron con un poncho blanco y debajo, como recién nacida. Sentada en una silla de ruedas, mientras esperaba ser trasladada nuevamente, observó su propio reflejo en un vidrio, por primera vez dentro de aquel hospital sintió miedo al verse vestida así y con una gorra espantosa en la cabeza. Sabía que la operación era muy arriesgada y ella había querido quitarle importancia concentrándose en la experiencia de alguna droga. No le había dicho a ningún familiar ni am...