IMÁGENES SENSORIALES

Como todas las madrugadas sentí crujir la madera del piso con sus pasos llenos de ansiedad pero extremadamente lentos por su antigua edad. Abrí mis ojos como si  así fuera posible escuchar con más claridad y descubría exactamente cómo se formaba su camino hacia la cocina siempre de costumbre, era tal el silencio que sentí la goma de la heladera despegándose lentamente con la fuerza que venía desde afuera. Tomó la jarra de agua y anticipándome a lo que se venia cerré mis ojos para concentrarme en el chorro cayendo dentro del vaso, me imaginaba como el agua caía en el fondo de ese vaso salpicando las paredes, llenándose desaparecían esas gotas al juntarse con el resto del agua. Así comenzó a mezclarse en mí, la profundidad del sueño.

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